lunes, 26 de marzo de 2012

Gafada.

Y justo cuando estaba a punto de cumplir otro de mis sueños, me lo arrebataron de las manos. 
Claro que esto no sería tan malo, si no me hubiera pasado lo mismo unas mil quinientas veces más.


Estoy gafada, ya está, debo reconocerlo, y cuanto antes lo haga, mejor. Cada vez que me propongo hacer algo, siempre acaba saliendo mal. 
No me fío ni de mí misma, y la verdad es que dudo bastante de que eso sea algo bueno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario