¿Sabes? Cada vez que te describo, no puedo evitar sacar una sonrisa, ¿que por qué, dices? pues sí, señor, sí sé el por qué... y aunque no me hace mucha gracia decirlo, esta vez haré una excepción, porque estoy harta de negar lo obvio.
-Sigo enamorada de ti.
Sí, desde aquella puta mañana, de aquel puto mes, de aquel puto año... cuando mis ojos se cruzaron contigo y no pudieron evitar decir: "¿es él? es... es... perfecto".
Me siguen temblando las piernas al verte, sigo tartamudeando al intentar hablar contigo, sigo sintiendo todo esto y más por ti, y sé que si tú me dices "ven" yo voy a donde haga falta, a pesar de todo.
A veces, las personas intentamos aparentar ser fuertes por fuera para no desplomarnos tan fácilmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario